"El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso".- Gilbert Keith Chesterton

¿Dónde quedó nuestro acto fundador?

Una reconocida filósofa social especialista en ética y profesora de la Universidad Católica, Gisele Velarde, ha creado varios eventos culturales con miras a la democratización del conocimiento y desarrollo mientras trabaja en una nueva propuesta de estructuración ética para el país.[1] Es ella quien, precisamente, plantea la idea de un acto fundador y la falta de uno en el país como se lee a continuación:


“En el Perú no existe un acto fundador. Pero ¿Qué es un ‘acto fundador’? Es aquella situación, instancia o vivencia a partir de la cual una nación se comprende como tal (…) la unión de individuos que más allá de sus intereses (…) se comprenden como ciudadanos que poseen ciertos valores comunes y por ende, una identidad nacional. (…) el acto fundador establece la autorrepresentación de un pueblo; es el momento decisivo en la vida o historia de un país, en el cual se da una imagen de sí mismo: gesta su propia identidad.” (Velarde 2001:25)


A lo largo de la historia el Perú ha tenido diversas oportunidades para conseguir este acto fundador, como manifiesta la autora, tales como la independencia, el post-terrorismo y la ola de corrupción recientemente descubierta.[2] Sin embargo, todas estas situaciones han sido desaprovechadas, puesto que no todos los peruanos han tomado conciencia respecto a la importancia de un acto que integre al país como nación.[3]

Por su parte, la falta de identidad nacional y la presencia de un “estado sin nación” trae consigo consecuencias mucho más significativas como el hecho de que sus habitantes no puedan dialogar ni plantear objetivos comunes, lo que a su vez fomenta lo anómico.[4] Debido a esto, el acto fundador y su falta no son factores que pueden pasar inadvertidos, ni mucho menos pueden ser ignorados; sino que se debe entender y analizar porque teniendo tantas oportunidades, como el terrorismo, la decepción del gobierno de Fujimori y en especial la independencia que fue el inicio del Perú como república, aún no se logra consolidar al país como nación.

Por ejemplo, durante la época de terrorismo hubo la cifra de 69.280 muertos durante, claro que esto se debió a dos décadas de violencia política[5], pero fue una situación que unió al país. El terror en las calles, el miedo a los coche bomba, entre otros, hicieron que los pobladores de todo el litoral peruano crearan lazos de solidaridad y apoyo. Sin embargo, a pesar de haber sobrevivido a situaciones tan traumáticas como esta o toda la corrupción del gobierno Fujimorista parece que todos olvidan y se regresa al principio una vez más.

Esta es una realidad que se viene arrastrando desde hace mucho en el inconsciente de la herencia colonial. Lo más sorprendente es el haber desperdiciado la independencia como acto fundador, pareciera que esto ni siquiera tiene sentido, pero así sucedió y una vez más el Perú no posee una sola mentalidad, sino muchas dispersas.

A lo largo de la historia, el Perú ha tenido más de una oportunidad para lograr un afianzamiento como nación. La independencia fue una de las situaciones que pudo haber sido aprovechada para lograr el objetivo planteado, pero esta se dejó pasar. A pesar de que la libertad peruana se logró tras complicadas luchas; pues además de durar cinco largos años (1816-1821) se llevó a cabo con ayuda de tropas bolivarianas y con el apoyo de montoneras peruanas[6][7]quienes dieron todo por la libertad; esta no sirvió para conseguir una unión nacional. Entonces, cabe preguntarse ¿Por qué luego de la independencia el Perú no consiguió consolidarse como nación?


[1] Cfr. Velarde 2001:26
[2] Si bien la autora no lo dice explícitamente en el texto se sobreentiende que hace referencia a la corrupción del gobierno fujimorista
[3] Cfr. Velarde 2001:26
[4] Cfr. Velarde 2001:26
[5] http://www.borrull.org
[6] Educared 2007
0 Responses